¿Quién no ha sentido nunca esa necesidad de comer sin hambre real, simplemente por aburrimiento? Comer compulsivamente puede tener consecuencias perjudiciales para la salud y la figura y debe combatirse eficazmente. A continuación se ofrecen algunos consejos para gestionar este enemigo insidioso y preservar su bienestar.
Tomar conciencia del problema
El primer paso para contrarrestar este mal hábito es tomar plena conciencia de él. Es fundamental reconocer que comemos por aburrimiento y no por verdadero hambre. Para ello, debes aprender a escuchar tu cuerpo y sus señales de saciedad. Por ejemplo, podemos hacer la pregunta “¿Realmente tengo hambre?” antes de ceder a las ganas de picar y esperar unos minutos. A menudo, el deseo desaparece tan rápido como apareció.
Encuentra actividades alternativas
Una vez identificados los momentos en los que picamos por aburrimiento, es cuestión de buscar actividades alternativas para llenar el vacío que sentimos. Estas actividades deberían distraernos lo suficiente como para evitar que nuestra mente divague hacia el deseo de comer.
Practicar deporte o practicar algún hobby.
El deporte y los pasatiempos creativos son muy buenas formas de combatir el aburrimiento y las ganas de comer compulsivamente. Practicar actividad física permite esforzarse, olvidarse por un momento de las preocupaciones y liberar endorfinas que aportan una sensación de bienestar. Los pasatiempos creativos tienen la ventaja de centrar nuestra atención en una tarea específica y darnos la sensación de un logro gratificante.
Sal y socializa
Si las ganas de comer son provocadas por el aburrimiento, nada mejor que compartir tiempo con amigos o familiares para reencontrar la sonrisa. Pasar tiempo en buena compañía ayuda a ahuyentar los pensamientos negativos y disipa las ganas de llenar el vacío con comida.
Implementar estrategias para resistir las tentaciones.
Para reducir el riesgo de ceder a las ganas de comer algo cuando estás aburrido, existen varios consejos que puedes implementar.
beber agua
En ocasiones nuestras ganas de comer pueden confundirse con una simple necesidad de hidratación. Por lo tanto, adquirir el hábito de beber un vaso grande de agua cuando los antojos son provocados por el aburrimiento puede ser eficaz para frenar el apetito. Además, el agua es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo y nos permite mantenernos en forma durante todo el día.
Adoptar una dieta equilibrada
Para evitar enfrentarse al aburrimiento y por tanto a las ganas de picar, es importante adoptar una dieta sana y equilibrada. Incluir alimentos ricos en nutrientes en su dieta diaria puede ayudar a mantener un nivel estable de saciedad y limitar los antojos de alimentos no deseados. A continuación se muestran algunos ejemplos de alimentos a favorecer:
- Tuerca : fuente de grasas y proteínas saludables
- bayas : rico en vitaminas y antioxidantes
- Alimentos ricos en proteínas : favorecen la saciedad (carnes magras, tofu, legumbres, etc.)
Desarrollar un ritual de relajación
Permitirse un momento de descanso y relajación cada día puede ayudar a alejar los pensamientos negativos que causan el aburrimiento y los refrigerios compulsivos. La meditación, los estiramientos, el baño caliente o la lectura son ideas para volver a centrarse en uno mismo y aliviar el estrés.
No cedas a la culpa
Por último, es fundamental no dramatizar si de vez en cuando cedes al deseo de picar algo cuando estás aburrido. La culpa puede generar más estrés, lo que creará aún más antojos. Más bien, debemos considerar este tipo de desviación como un elemento del proceso de aprendizaje y continuar implementando las estrategias mencionadas anteriormente para avanzar gradualmente hacia una conducta alimentaria saludable y equilibrada.